Es una zoonosis
(enfermedad de los animales que puede infectar al ser humano) grave causada por
nemátodos parasitarios (ascárides) de la familia Trichinella. Hay ocho especies
de este género, algunos resistentes a la congelación, con distintas especificadas
geográficas y huéspedes. Presente en todo el mundo, la Trichinella spp, puede infectar a la mayor parte de mamíferos,
y algunas especies a reptiles y aves. Aunque el ser humano es sensible a la
infección por todas las especies del parásito, la más importante es
la Trichinella
spiralis que afecta también a porcinos, equinos, ratas y a varios carnívoros, entre
otros animales.
La triquinelosis figura
en la lista de enfermedades del Código Sanitario para los Animales Terrestres
de la OIE, por tanto, los Miembros de la OIE tienen la obligación de declararla
a la OIE. Los métodos de diagnóstico y otras informaciones relacionadas se
describen en el Manual de las Pruebas de Diagnóstico y de las Vacunas para los
Animales Terrestres de la OIE.
¿Dónde
existe la enfermedad?
La Trichinella está
presente en todos los continentes, excepto en la Antártida. La mayor parte de
las ocho especies tienen una amplia distribución geográfica e infectan a
múltiples huéspedes, sólo unas cuantas están localizadas en áreas determinadas
y afectan a animales específicos.
El hombre es sensible
a todas las especies.
La enfermedad es
menos frecuente en los países donde no se consume cerdo.
¿Cómo
se transmite y propaga la enfermedad?
La triquinelosis se
propaga por el consumo de carne infectada o de productos a base de carne infectada.
Se transmite entre animales por predación e ingestión de desperdicios; en el
caso de los porcinos, por alimentación con sobras de carne o productos de carne
sin cocer o por comer ratas; y en el hombre, por consumo de carne o de productos
a base de carne insuficientemente cocidos procedentes de un animal infectado.
Las larvas se alojan en
los músculos del animal infectado. Si una persona o un animal ingiere carne
infectada, las larvas liberadas del músculo se desarrollan rápidamente hasta
alcanzar la fase adulta en el intestino del nuevo huésped.
Los nemátodos adultos
se reproducen y producen larvas vivas que penetran la pared del intestino y
viajan a través del cuerpo por el sistema linfático y sanguíneo hasta
introducirse finalmente en las células musculares. Las células, transformadas
en “células nodrizas”, forman quistes que pueden ser viables durante años.
Los animales
hospedadores pueden desarrollar inmunidad,
y los nemátodos adultos serán expulsados del intestino delgado. Sin embargo,
los quistes pueden subsistir en las células musculares.
La Trichinella es muy
prolífica y un animal infectado puede tener varios centenares de larvas por
gramo de músculo. El ciclo de vida en los animales puede continuar, ya que las
larvas son capaces de sobrevivir en los cadáveres en descomposición durante
largo tiempo, ayudando a la transmisión por consumo de desperdicios.
En cambio, el hombre
representa un callejón para el parásito.
¿Cuáles
son los signos clínicos de la enfermedad?
Aunque los animales
pueden contraer una enfermedad seria por infección de una especie de
Trichinella, tal como se ha demostrado experimentalmente, la triquinelosis rara
vez se diagnostica en los animales. Sin embargo, en el hombre es una enfermedad
grave.
¿Cómo
se diagnostica la enfermedad?
La detección de
Trichinella se efectúa con métodos directos e indirectos tal como se describe
en el Manual de las Pruebas de Diagnóstico y de las Vacunas para los Animales
Terrestres de la OIE.
Como parte del
proceso de inspección de carnes, la detección directa de Trichinella, se
efectúa comprimiendo la muestra de tejido muscular entre dos portaobjetos y la
búsqueda a la ayuda de un microscopio. Otro método más sensible, de uso generalizado
actualmente, es la digestión de los músculos con enzimas y el examen con
microscopio del sedimento concentrado. Los nemátodos son fáciles de identificar
y dado que se liberan en el proceso de digestión artificial, se pueden ver en
movimiento con el microscopio.
Las pruebas
indirectas están basadas en la respuesta inmune de un animal infectado y la
detección de anticuerpos para las larvas. Estos métodos serológicos son más
sensibles, pero pueden no permitir la detección precoz; algunas especies como
los caballos no conservan anticuerpos más allá de seis meses. No obstante,
estas pruebas serológicas pueden usarse para cribar un gran número de animales
o a efectos de vigilancia., junto con los signos clínicos, se utilizan para el
diagnóstico en los casos de enfermedad humana.
Los métodos de prueba
molecular se utilizan para distinguir las diversas especies de Trichinella, que
pueden presentar características únicas tales como la resistencia a la
congelación, una preferencia por un determinado huésped o zona geográfica.
Estas informaciones importantes para la gestión de brotes.
¿Cómo
se previene y controla la enfermedad?
En varios países
donde la enfermedad se había difundido entre los cerdos domésticos, se ha
conseguido controlarla mediante prohibición de la alimentación de los cerdos
con aguas grasas crudas y aplicación de métodos de inspección de carnes para la
detección de Trichinella. Se sabe que las ratas desempeñan un papel en la
transmisión de Trichinella, así que el control de los roedores también es un
requisito para erradicar la enfermedad.
Para prevenir
sistemáticamente la introducción de la triquinelosis en la cadena alimentaria
en caso de haberse demostrado riesgos, la carne porcina debe ser tratada a una
temperatura específica por ejemplo a 60°C durante 1 minuto. No se recomienda la
congelación como medida de control ya que algunas especies resisten al frío.
La información
pública destinada a garantizar la correcta cocción de los productos cárnicos
para el consumo también ha ayudado a controlar la propagación de la enfermedad.
En el Código
Sanitario para los Animales Terrestres de la OIE se indican las normas para la
certificación de un país o una zona libre de triquinelosis.
¿Qué
riesgos entraña para la salud pública?
La triquinelosis es
una enfermedad grave en el hombre. Según las estimaciones, hay alrededor de diez
mil infecciones humanas por año en el mundo.
Los síntomas dependen
del estadio de la infección.
Al inicio, cuando las
larvas o adultos están en los intestinos, hay malestar estomacal con náuseas, diarrea,
vómitos, fatiga, fiebre y molestia abdominal.
A medida que las
larvas migran a los músculos, causan dolor agudo, cefalea, fi ebre,
escalofríos, tos, lagrimeo, dolor en las articulaciones y en los músculos, piel
irritada y diarrea o estreñimiento.
La gravedad de la
enfermedad está relacionada con la cantidad de larvas ingeridas, una alta tasa
puede resultar fatal.
En los países
desarrollados donde se ha controlado la triquinelosis en los cerdos domésticos,
la infección humana se debe más probablemente al consumo de carne de animales
de caza o de caballo.
No obstante, la mayor
parte de casos en el mundo siguen siendo causados por el consumo de carne
porcina insuficientemente cocida.
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