¿Qué
es la perineumonía contagiosa bovina?
La perineumonía
contagiosa bovina es una enfermedad de los bovinos y de los búfalos de agua
causada por Mycoplasma mycoides subsp. Mycoides (M. mycoides). Como el nombre
sugiere, ataca los pulmones y las membranas que cubren las paredes de la
cavidad torácica (pleura) causando fi ebre y signos respiratorios tales como
respiración difícil o rápida, tos y descargas nasales.
Es altamente
contagiosa con un porcentaje de mortalidad de hasta el 50%, lo que ocasiona pérdidas
económicas considerables. En África, es una de las principales enfermedades de
los bovinos.
La perineumonía
contagiosa bovina está inscrita en la lista de la OIE en el Código Sanitario para
los Animales Terrestres, y los Países Miembros tienen la obligación de declarar
las ocurrencias de esta enfermedad conforme al Código Sanitario para los Animales
Terrestres de la OIE.
La OIE dispone un
estatus de reconocimiento oficial para la perineumonía contagiosa bovina. En el
Código Sanitario para los Animales Terrestres de la OIE se especifica el
proceso que debe seguir un país para obtener el reconocimiento oficial de la
OIE del estatus libre de la enfermedad.
¿Dónde
existe la enfermedad?
La perineumonía
contagiosa bovina era conocida en Europa desde el siglo XVI. Con el incremento del
comercio internacional de bovinos vivos durante la segunda mitad del siglo XIX,
se propagó a todo el mundo. La política de sacrifi cio sanitario ha permitido
su erradicación de varios países; no obstante, actualmente persiste en África
Subsahariana.
¿Cómo
se transmite y propaga?
La transmisión de la
enfermedad se produce por contacto directo entre un animal infectado y un
animal sensible, este contrae la enfermedad al inhalar las partículas
difundidas por la tos. Dado que algunos animales pueden ser portadores aunque
no muestren signos clínicos, la propagación es más difícil de controlar.
No hay pruebas de
transmisión mediante los fómites (objetos inanimados tales como prendas de
vestir, implementos o vehículos), ya que el organismo no sobrevive en el medio
ambiente.
¿Cuáles
son los signos clínicos de la enfermedad?
La perineumonía
contagiosa bovina se manifiesta por pérdida de apetito, fiebre y signos
respiratorios, tales como aumento de la frecuencia respiratoria, tos y descargas
nasales y respiración dolorosa y difícil. En climas cálidos, el animal afectado
suele mantenerse a la sombra, con la cabeza baja y en extensión, el lomo
levemente arqueado y los miembros hacia afuera. En varios casos, la enfermedad
progresa rápidamente, el estado del animal se deteriora y la respiración es más
difícil, con un gruñido al espirar.
Los animales yacen
tumbados y en los casos severos mueren entre 1 y 3 semanas después.
La tasa de mortalidad
puede alcanzar el 50% a falta de tratamiento con antibióticos. Sin embargo, los
signos clínicos no siempre son evidentes. Puede haber una forma subaguda o
asintomática, ya que los animales afectados se recuperan parcialmente tras un
periodo de tres o cuatro semanas; sin embargo pueden ser capaces de propagar la
enfermedad actuando como portadores no aparentes.
¿Cómo
se diagnostica la enfermedad?
El diagnóstico está
basado en el aislamiento de M. mycoides a partir de muestras tales como los
hisopos nasales y/o lavados de pulmón o líquido pleural obtenido por punción, o
muestras de necropsia. En el Manual de las Pruebas de Diagnóstico y de las
Vacunas para los Animales Terrestres de la OIE se explican en detalle los procedimientos
de diagnóstico para la perineumonía contagiosa bovina.
¿Cómo
prevenir o controla la enfermedad?
La frecuencia de
infecciones subagudas o no aparentes y la persistencia de portadores crónicos tras
la fase clínica son los principales problemas que se plantean para el control o
erradicación.
En la mayor parte de
continentes, las estrategias de control se basan en la detección temprana de
los brotes, el control de movimientos de los animales y la política de sacrificio
de urgencia. Estas medidas han permitido eliminar la enfermedad de Norteamérica
y Europa. En África, el control de la enfermedad está basado por el momento principalmente
en campañas de vacunación.
La vigilancia para la
detección de la enfermedad en animales afectados puede ser muy eficaz tras la inspección
en los mataderos.
El tratamiento de los
animales afectados usando antibióticos puede dar por resultado animales aparentemente
sanos pero que siguen infectados y pueden de propagar la enfermedad, por lo que
no se recomienda.
Para reducir el nivel
de la infección se utiliza la vacunación con una cepa atenuada de la bacteria.
La vacuna se produce
conforme a las directrices del Manual de las Pruebas de Diagnóstico y de las Vacunas
de la OIE.
¿Qué
riesgos implica esta enfermedad para la salud pública?
No se ha mostrado que
el ser humano sea sensible a la perineumonía contagiosa bovina, así que no
existe riesgo para la salud pública.
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