Muchos ejemplares de
reptiles, como por ejemplo las populares tortugas de Florida, son portadores de
la bacteria Salmonella.
Afortunadamente,
tener un reptil no representa ningún riesgo si se adoptan unas sencillas normas
de higiene, como lavarse las manos después de haberle tocado, evitar su
contacto con alimentos y mantener la higiene del terrario y de la tortuga o
reptil.
No es necesario
alarmarse
Tener
un reptil puede ser tan seguro como tener un perro o gato.
Salvo ciertas
excepciones (niños o personas con el sistema inmunitario debilitado), la
mayoría de personas tienen un riesgo muy bajo de padecer una salmonelosis
debida al contacto con un reptil.
De todas formas, este
riesgo puede reducirse todavía más si se siguen una serie de normas higiénicas
sencillas y lógicas que detallamos más adelante.
Los reptiles pueden
ser unas excelentes mascotas, pero como el resto de mascotas pueden ser
transmisoras de enfermedades; así que los propietarios deben conocer esta
enfermedad y las medidas a adoptar para evitar el contagio.
¿Qué
es la salmonelosis?
Es una enfermedad,
producida por una bacteria llamada Salmonella. La vía de contagio más típica se
produce en el momento en que un alimento se contamina con las mencionadas
bacterias, que se reproducen en él, y es ingerido por una persona u otro
animal.
¿Vive
La Salmonella dentro de los reptiles?
La gran mayoría de
reptiles, entre otros animales, tienen la bacteria Salmonella en su aparato
digestivo, y de forma intermitente o continua, la eliminan junto con sus
excrementos.
La Salmonella es un
habitante normal del intestino de los reptiles y generalmente, no les causa
enfermedad. En la piel del animal, en los elementos del terrario y, por
supuesto, en los excrementos del reptil, se puede encontrar esta bacteria.
¿Cómo
podemos contagiarnos?
Como ya hemos
comentado, la Salmonella de los reptiles se puede transmitir a las personas.
Para que una persona
se vea afectada por una salmonelosis, la bacteria debe entrar en el organismo
por vía oral. La simple manipulación de un reptil no producirá la contaminación
de la persona, a menos que las manos u objetos sucios se lleven a la boca o
bien, se ingieran alimentos que hayan estado en contacto con reptiles.
La mayoría de
infecciones por Salmonella cursan de forma leve, provocando diarrea, fiebre y
dolor abdominal, y se suelen resolver de forma espontánea.
En contadas
ocasiones, la infección puede extenderse más y la enfermedad puede ser mucho
más grave, incluso fatal. Estos casos tan graves suelen ocurrir en niños muy
pequeños y/o en individuos con el sistema inmunitario deficiente, como por
ejemplo: personas que han recibido un transplante, diabéticos, enfermos de SIDA
o pacientes sometidos a quimioterapia.
Normas sencillas para
evitar riesgos
Desgraciadamente, no
puede eliminarse la Salmonella del aparato digestivo de los reptiles. Los
antibióticos no son efectivos para este fin y además, pueden provocar la
aparición de cepas de Salmonella resistentes a dichos antibióticos.
No tiene sentido realizar un análisis microbiológico
de los excrementos de estos animales para intentar identificar si son
portadores de Salmonella porque, aún siéndolo, no siempre se encuentran en los
excrementos, ya que se eliminan de forma intermitente.
Afortunadamente, la
infección de Salmonella en las personas, a causa de los reptiles, se previene
con facilidad siguiendo unas normas básicas de higiene:
·
Lavarse
siempre las manos después de tocar a los reptiles, sus excrementos o los
materiales del terrario.
·
Evitar
el acceso de los reptiles a la cocina, comedor u otras zonas de la casa donde
se preparen o consuman alimentos. No dejar tampoco que los reptiles puedan acceder a la bañera o recipientes donde se
laven a los niños. Es necesario limitar las zonas de la casa por donde los
reptiles puedan moverse libremente. Otra opción consiste en mantenerlos
confinados en su terrario.
·
No
comer, beber o fumar mientras se manipulan reptiles, sus terrarios u otros
materiales que hayan estado en contacto con ellos. No dar besos a los animales
ni compartir con ellos comida o agua.
·
No
utilizar la pila de la cocina, recipientes de la cocina o la bañera para que
los reptiles se bañen. No emplear materiales de limpieza (esponjas, cepillos,
trapos) compartidos para el terrario y para la limpieza de útiles de cocina. El
agua de desecho de los terrarios debe tirarse en el inodoro, y no en desagüe de
la cocina o de la bañera.
·
Conviene
que las personas inmunodeprimidas y niños menores de 5 años eviten el contacto
con reptiles. Es preferible no alojar reptiles en casas con niños menores de un
año.
·
Seguir
las instrucciones del veterinario especializado acerca de la dieta y las
condiciones de mantenimiento de un reptil. Los animales sanos que se mantienen
en buenas condiciones son menos propensos a eliminar Salmonella.
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