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jueves, 8 de junio de 2017

SALMONELOSIS EN REPTILES

Muchos ejemplares de reptiles, como por ejemplo las populares tortugas de Florida, son portadores de la bacteria Salmonella.

Afortunadamente, tener un reptil no representa ningún riesgo si se adoptan unas sencillas normas de higiene, como lavarse las manos después de haberle tocado, evitar su contacto con alimentos y mantener la higiene del terrario y de la tortuga o reptil.

No es necesario alarmarse

Tener un reptil puede ser tan seguro como tener un perro o gato.

Salvo ciertas excepciones (niños o personas con el sistema inmunitario debilitado), la mayoría de personas tienen un riesgo muy bajo de padecer una salmonelosis debida al contacto con un reptil.

De todas formas, este riesgo puede reducirse todavía más si se siguen una serie de normas higiénicas sencillas y lógicas que detallamos más adelante.

Los reptiles pueden ser unas excelentes mascotas, pero como el resto de mascotas pueden ser transmisoras de enfermedades; así que los propietarios deben conocer esta enfermedad y las medidas a adoptar para evitar el contagio.

¿Qué es la salmonelosis?

Es una enfermedad, producida por una bacteria llamada Salmonella. La vía de contagio más típica se produce en el momento en que un alimento se contamina con las mencionadas bacterias, que se reproducen en él, y es ingerido por una persona u otro animal.

¿Vive La Salmonella dentro de los reptiles?

La gran mayoría de reptiles, entre otros animales, tienen la bacteria Salmonella en su aparato digestivo, y de forma intermitente o continua, la eliminan junto con sus excrementos.

La Salmonella es un habitante normal del intestino de los reptiles y generalmente, no les causa enfermedad. En la piel del animal, en los elementos del terrario y, por supuesto, en los excrementos del reptil, se puede encontrar esta bacteria.

¿Cómo podemos contagiarnos?

Como ya hemos comentado, la Salmonella de los reptiles se puede transmitir a las personas.

Para que una persona se vea afectada por una salmonelosis, la bacteria debe entrar en el organismo por vía oral. La simple manipulación de un reptil no producirá la contaminación de la persona, a menos que las manos u objetos sucios se lleven a la boca o bien, se ingieran alimentos que hayan estado en contacto con reptiles.

La mayoría de infecciones por Salmonella cursan de forma leve, provocando diarrea, fiebre y dolor abdominal, y se suelen resolver de forma espontánea.

En contadas ocasiones, la infección puede extenderse más y la enfermedad puede ser mucho más grave, incluso fatal. Estos casos tan graves suelen ocurrir en niños muy pequeños y/o en individuos con el sistema inmunitario deficiente, como por ejemplo: personas que han recibido un transplante, diabéticos, enfermos de SIDA o pacientes sometidos a quimioterapia.
Normas sencillas para evitar riesgos

Desgraciadamente, no puede eliminarse la Salmonella del aparato digestivo de los reptiles. Los antibióticos no son efectivos para este fin y además, pueden provocar la aparición de cepas de Salmonella resistentes a dichos antibióticos.

No tiene  sentido realizar un análisis microbiológico de los excrementos de estos animales para intentar identificar si son portadores de Salmonella porque, aún siéndolo, no siempre se encuentran en los excrementos, ya que se eliminan de forma intermitente.

Afortunadamente, la infección de Salmonella en las personas, a causa de los reptiles, se previene con facilidad siguiendo unas normas básicas de higiene:

·         Lavarse siempre las manos después de tocar a los reptiles, sus excrementos o los materiales del terrario.

·         Evitar el acceso de los reptiles a la cocina, comedor u otras zonas de la casa donde se preparen o consuman alimentos. No dejar tampoco que los reptiles puedan  acceder a la bañera o recipientes donde se laven a los niños. Es necesario limitar las zonas de la casa por donde los reptiles puedan moverse libremente. Otra opción consiste en mantenerlos confinados  en su terrario.

·         No comer, beber o fumar mientras se manipulan reptiles, sus terrarios u otros materiales que hayan estado en contacto con ellos. No dar besos a los animales ni compartir con ellos comida o agua.

·         No utilizar la pila de la cocina, recipientes de la cocina o la bañera para que los reptiles se bañen. No emplear materiales de limpieza (esponjas, cepillos, trapos) compartidos para el terrario y para la limpieza de útiles de cocina. El agua de desecho de los terrarios debe tirarse en el inodoro, y no en desagüe de la cocina o de la bañera.

·         Conviene que las personas inmunodeprimidas y niños menores de 5 años eviten el contacto con reptiles. Es preferible no alojar reptiles en casas con niños menores de un año.


·         Seguir las instrucciones del veterinario especializado acerca de la dieta y las condiciones de mantenimiento de un reptil. Los animales sanos que se mantienen en buenas condiciones son menos propensos a eliminar Salmonella.

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