Este pez es muy
peligroso y tóxico para los seres humanos. Deben ser manejados con cuidado, o
mejor dicho, lo mejor es no manejarlos en lo absoluto porque las primeras siete
espinas de la aleta dorsal poseen un veneno extremadamente tóxico. No obstante
los peces león son resistentes y tolerantes al nitrito, viven durante mucho
tiempo, son de movimientos lentos y en general, son buenos para mantenerlos en
un acuario.
El pez león rara vez
ataca a otros peces de acuario, siempre y cuando estos no quepan fácilmente en
su boca abierta, sólo utiliza sus espinas para defenderse, ya sea de las
personas o de otros peces depredadores. Nunca coloque a estos peces junto a los
invertebrados móviles, porque constituyen su principal alimento en su hábitat
natural. A veces son difíciles de alimentar en cautiverio. En la naturaleza, se
hartan periódicamente, así que una vez que sean colocados en el acuario, se les
debe proporcionar alimentos vivos y congelados.
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