PEZ MARIPOSA (CUIDADOS)

¿Qué come un pez mariposa?: en este caso la alimentación no es una tarea difícil. Se trata de un pez principalmente carnívoro, por lo general come cangrejos, percebes y otros invertebrados. Una vez que se haya aclimatado a las condiciones de cautiverio en un acuario, también se alimenta de otras carnes y de congelados.

                           

Enfermedades: infecciones y parásitos son las enfermedades más comunes para los peces mariposa, pero afortunadamente ellos responden bien ante los tratamientos estándares. Si fuera necesario moverlos hacia otro depósito, es preferible recogerlos con ayuda de una taza u otra vasija similar, en lugar de una red, ya que sus aletas y hocico pueden enredarse y ser víctimas de heridas fatales.

Acuario: debe tener una capacidad mínima de 30 galones y un ambiente tranquilo con espacio para nadar. Requieren una excelente calidad del agua y buena circulación de oxigeno. Un tanque tropical es una opción perfecta para los peces mariposa, con 76 a 80 ° F de temperatura. Si decides mantenerlos en acuarios de agua salada se recomiendan especies como los peces racoon mariposa, peces mariposa lágrima, peces mariposa del auriga, peces mariposa en blanco y negro, pez mariposa de kliein. Evite colocarlos junto a otros peces mariposa o de aspecto similar, ya que pueden actuar de forma agresiva. Tampoco es bueno ponerlos en acuarios de arrecife de coral porque les gusta comer corales. Para mantener a tus peces mariposa felices evite situaciones de hacinamiento porque esto podría provocarles enfermedades.

Apariencia: la longitud del cuerpo de este pez varía de 7 a 9 pulgadas, con excepción de los que se encuentran en la región de África, que tienen un tamaño aproximado de 4 pulgadas. Sus colores azul, rojo, naranja, blanco, negro y amarillo son brillantes, posee remolinos multicolores y rayas que cubren todo su cuerpo.

Otros cuidados: al comprar un nuevo pez mariposa no lo vierta inmediatamente en el depósito que contiene los otros peces. Antes de soltarlo, añada unas cucharadas de agua del tanque en la bolsa para que se vaya acostumbrando a la temperatura del acuario, sin causarle daño. Transfiéralo al acuario con ayuda de una red de pesca y no vierta la bolsa directamente porque existen posibilidades que de los hongos o bacterias foráneas consigan contaminar el entorno.